Uno de los espejismos que habitan en la zona rosa de Medellín. Y promete por lo que (intenta vender) : mas de 50 marcas de cervezas de todo el mundo. Cuando uno es cervecero, busca como un conejo una madriguera donde poder visitar constantemente y eso creí yo cuando entré por la puerta y traté de ubicarme en un espacio que soporta un diseño antipático y con mas plasmas de tv que en una tienda de electrodomésticos. La carta de cervezas pues si, es amplia pero nunca tienen stock suficiente para satisfacer una tarde/noche de cata cervecera con amigos o individual. las mías son las belgas y las irlandesas, sin hacer ascos a las checas o las alemanas, pero la mala noticia llegó cuando fallaron las tres primeras opciones que pedí, era como estar en una final de champions en la tanda de penalties y llevar tres tiros errados. No supe que hacer. La carta de comidas es ligera y olvidable. Recrea sin gracia comida americana tipo alitas, costillas BBQ, algunas hamburguesas, patatas y simulacros tex mex. Lo que mas entristece es ver a camareros sin ganas, lentos como bueyes y despistados como Mr Magoo, y mientras uno espera, decide estropear la vista en la decoración forzada y sin gracia, una iluminación de sala de espera y esos plasmas que te observan callados. De todos modos lo recomiendo, es solo mi opinión, pero si te fallan las tres primeras opciones para tomar cerveza, te quedan 47 marcas mas. Y mejor ir solo, por si acaso te toca aguantar el cabreo de los amigos, de los invitados o de la novia.