El lugar, lo primero que me sorprendió, decorado de la mejor manera para que sea una noche tranquila y de largas palabras. Su comida, ¡exquisíta!. La Pizza de queso azul, mejor no pudo estar; acompañada de una limonada pepino, exóticamente rica al paladar. Para finalizar, según lo recomendado, un Capuccino, rico y excelente aroma de buen café.