Desde hace varios años esperé un lugar así en Medellín. Un Sushi bar era lo que el mundo del sushi en Medellín necesitaba. Las opciones son deliciosas y los chefs muy diligentes y abiertos a recomendarnos platos de la casa. Los chefs de la tarde son más cálidos que los de la noche y a mi mesero le tomó casi 20 minutos en preguntarme si quería otra bebida, lo cual le dije con cordialidad. Los precios son muy acordes al concepto de sushi bar.