Llegamos habiendo hecho una reservación con anterioridad y no encontraron nuestra reserva. Nos ubicaron en una mesa al lado del baño; horrible. Pedimos el cambio y la mesera se molestó. Finalmente nos cambiaron a una mesa en el piso principal. La comida deliciosa, los cócteles son buenísimos. El ambiente se puede mejorar con la música un poco más suave y que permita una conversación sin gritos! El sitio es hermoso. Pienso que hay que conocerlo de día y de noche. Súper recomendado el steak de lentejas. De lujo!