Sin duda el mejor restaurante italiano de Laureles, aunque se ha vuelto excesivamente costoso (no caro). Crispino, como siempre, fuera de serie. La comida igual. Lo criticable, en mi concepto: la poca variedad de vinos y de postres. Ya es justo que después de mas de 20 años dejen el tiramisú o al menos ofrezcan mas otros.