La sucursal de Medellín es una buena representación del restaurante de Bogotá. No es lo mismo, pero la magia y sabores del lugar se mantienen. Andrés Carne de Res es siempre un buen lugar para celebrar, ya sea en familia, con amigos, en pareja o hasta solo. Hay tanto para ver y comer que no hay forma de pasarla aburrido. Mi única observación, es que el servicio estuvo un poco lento, y eso que el restaurante no estaba a su máxima capacidad, por lo demás, todo OK.