Excelente lo que degustamos: entraña, langosta, cóctel de camarones, ostras, y de postre el amaretto con café. El ambiente estaba ok y el servicio excesivamente muy lento, más de 40 minutos para esperar las entradas y otros 30 minutos para los platos fuertes. Considero que les falta mucho en la atención al cliente y desafortunadamente no pueden atender bien cuando tienen el restaurante totalmente lleno.
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