Mi restaurante favorito en el Valle de Antón, almuerzo aquí cada que visito este destino. Me encantan sus jardines, lo bella que es la casa y lo rico de sus platillos. Esta vez probamos la ensalada del Valle, el enrollado de atún fresco, el tasajo con arroz y guandú, la chuleta y el tournedo con tocino. Todo estuvo muy bueno, como de costumbre. El servicio fue muy atento, aunque tardaron un poco los platillos. Gran experiencia