Lugar bastante centrico en Santiago. Su comida es variada con toques gourmet, actualizan su menu cada cierto tiempo. Es un restaurante con bastante demanda, regularmente esta lleno y toman muchos pedidos para retirar lo que hace la espera mas larga de lo habitual. La atencion al cliente en mi ultima visita fue excepcional, el mesero muy atento y gentil. Los domingos ofrecen desayuno chino y para los que no les gusta tambien ofrecen otras opciones como waffles.