Un lugar súper agradable y calidad en medio de una zona súper fría de Chiriquí. El servicio al cliente se merece un aplauso de pies, nos atendió un chico alto muy amable, servicial y atento, por otro lado la comida “exquisita”, lo único que no nos agradó mucho fue unas limonadas que no sabía para nada a limón. Sin embargo, la atención y la sabrosa comida elimina la experiencia de la limonada. ¡Recomendado!