A este lugar hay que ir vale la manejada desde Boquete o cualquier sitio alrededor. Es una maravillosa fusión de lo local con lo exótico (ngobe-internacional) que no te imaginas encontrar en medio de Volcán. La chef siempre esta inventando algo nuevo. El ambiente es casero, amigable y wabi sabi. Tienen un jardín de lo mas gracioso donde cultivan las especies que utilizan en la comida. Esta bien metidito de la calle principal y la calle no esta asfaltada así que pregunten pero lleguen.