Ambiente encantandor con vistas excelentes muy cerca de Bocas Town. Tiene umbrelones y dos escaleras que seu puede bajar para bañar en el mar, muchas veces transparentes (depende del viento y olas). Lo débil son dos puntos claves: 1) comida y 2) servicio. La comida se ve que es "formato turísta" y sin capricho. Las fotos que envío enseñan claramente que es todo muy grasoso. Comimos un plato de pulpo (USD15) que tenia sabor pesado... no nos gustó. Además de esto pedimos entradas de anillos de calamares (USD8.50) que estaban regulares, un poco borachosos. La hamburguesa (USD8.95) tenia papas fritas que seguramente fueron freidas en azeite usado. Un asco. El servicio es realjaaaaddooooooo. Hay que tener paciencia y mucha calma para entender el ritmo de los meseros.