Fui con mi novia y mi mamá al del mirador. Nos tomamos unos chocolates calientes con crema batida y malva y un frappé de vainilla, acompañado de un muffin de vainilla y un croissant de queso. Todo delicioso. El servicio es de cafetería (haga fila, pida y espere ser servido). El ambiente es regular, pero al menos en el del mirador, hay potencial para que sea más atractivo. Espero tomen en cuenta esto. Recomendable parar aquí para tomarse algo delicioso.