El ambiente de este sitio es espectacular, sobre una loma de la finca, rodeado de árboles y jardines de flores. La comida es muy buena, tienen un menú variado. La trucha rellena fue lo mejor! Los ravioli de Portobello estuvieron Ok. El café muy bueno, el chocolate caliente no tanto. El servicio estuvo Ok, nada excepcional.