Dimos con este lugar por casualidad estando en Coronado y nos encantó. Por su servicio, te hacen sentir como en casa. Tiene una área exterior muy agradable, adornada con luces y muy fresca en la noche. Pedimos de entrada arañitas de calamar con salsa tártara y de principales un fetuccini con salmón y un tagliolini con hongos. Acompañamos con vino pinot grigio. Todo riquísimo!!! Fue muy buena experiencia. Recomiendo ampliamente este lugar