Desde que llamamos para hacer la reserva supimos que nos iba a ir excelente. La dueña, una señora italiana muy amable nos trató increíble. Pedimos unas bruschetas toscana muy buenas, unos gnochis al pesto super ricos y además una recomendación que nos hicieron que la verdad estuvo muy buena, el carpacio bufala. De postre pedimos el tiramisú y es de los mejores que me he comido en la vida. 1000% recomendado.