Tiene buena ambientación, junto al río. Cenamos alitas de pollo, deditos de pescado, pan con ajo, churrasco con papas fritas y ensalada al vapor. La comida estuvo rica. La atención excelente. El mesero se tomó el tiempo de explicar cada plato. Lo malo es que ya se les había acabado la pizza, siendo lo que más nos recomendaron. Lo absurdo es que en Boquete el jugo natural de una fruta -limonada- costaba USD4.50, lo cual me parece un abuso.