El lugar es pequeño, bastante acogedor pero solo tiene dos opciones para comer: una mesa central común o en una barra. Durante la atención fueron amables pero casi que todo lo teníamos que hacer nosotros mismos: buscar el agua. tomar nuestra soda, desconozco si así es el estilo del restaurante. Y de último la pizza, es hecha en horno de leña, masa delgada pero de verdad que su salsa de tomate deja mucho que desear.