fuimos 8 personas a cenar un sabado en la noche. el restaurante es enorme y tenia bastante publico. bellamente decorado. tenian un pianista fabuloso! no tenian menus impresos y el qr en una madera no se leia bien. pedimos dos pizzas de entrada una margarita y una blanca de tartufo. buenisimas. pedimos una ensalada con salmon (muy buena) raviolis de queso en salsa rosada (muy bueno) rissoto de hongos (muy bueno) pasta en salsa roja (muy bueno) helados de postre . excelentes nuestra mayor queja— toda la comida llego fria! volveremos