Restaurante que se quedó congelado en los años pasados y eso puede tener su encanto. No es alta gastronomía aquí uno viene a comer carne - de la buena - en familia,en pareja , entre amigos o colegas. No es el mejor steakhouse de mi vida, la carne estaba sabrosa pero le faltó indudablemente un tiempo de reposo antes de servirla, estaba todavía "rígida" del contacto con la parrilla. Pero los mesoneros tienen que atender a tantas mesas al mismo tiempo que imagino no tienen el tiempo de dejar la carne "descansar". Chorizo que no era para nada gaucho, más bien una morcilla blanca. Sin embargo un buen momento por este viaje al pasado.