La experiencia al entrar al restaurante, con sonidos de la selva de fondo y el pasillo ya es una experiencia… son pocos los restaurantes que buscan darte una experiencia inmersiva con su diseño de interiores y ya para mí eso es puntos. En cuanto a la comida pedimos entradas para compartir de las cuales destacó el kampachi que estaba delicioso y las croquetas de pulpo, también pedimos el aguachile pero sentí que el sabor era muy abrumador y no comprendía bien los sabores del plato y las almejas que estaban muy ricas con un pancito y mantequilla de tuétano deli. Principales pedimos para compartir el pulpo al grill, pesca frito con arroz con coco, tamal de arroz con langostinos y el osobuco, definitivamente destacaron el tamal que estaban PERFECTO y el osobuco el cual estaba cocido a la perfección. Debes pedir platos para compartir porque vale la pena probar varias cosas y siento que un plato para una sola persona puede llegar a ser abrumador en cuanto a los sabores o empalagarte. Los cócteles que pedimos súper ricos, me encantó la sandía aperol y el mojito tutti. La atención MUY BUENA!!!