Visitamos este lugar con mi pareja y padres, en un balcón con vista al casco antiguo, primero nos ofrecieron una entrada muy particular parecida a una planta de verdad pero eran unas croquetas de papa de la casa buenas, estuvimos en su restaurante de carnes con una Paella reconstruida buena y un Salmón en salsa de maracuya bastante bueno con quinoa y una Sangría deliciosa