Este restaurante es una joya escondida de la Ciudad de Panamá. Me sorprendió totalmente, pedimos de entrada el hummus de platano, los spring rolls de cordero y las zanahorias con porkbelly, de plato fuerte la ensalada cesar y la picanha con papines. Todos los platos estuvieron 10/10. Seguro volveré no solo por que cambian el menú cada cierto tiempo sino por la atención don de gente de sus dueños.