El lugar es hermoso. La decoración está cinco estrellas. Sin embargo, el servicio estaba lento a pesar que solo habíamos dos mesas ocupadas en el local. Los meseros distraídos y no atentos. Hice un cambio en el pedido y me trajeron lo primero que había pedido en cuanto a bebidas. Luego pedimos el plato La Matanza para compartir y al rato, se acercaron que no lo podian servir porque no había pollo, y tampoco podían reemplazar el pollo por otra proteína. Cambiamos el plato y llegó finalmente, y dejaron el plato que era para compartir al centro, sin platos adicionales y sin cubiertos. Tuve que pedir los platos, y luego los cubiertos (porque no se les ocurrió que necesitábamos cubiertos para comer).