Para el día de la mujer fui con mi hija al restaurante, degustamos como entrada arañitas de calamar, estaban deliciosas crocantes, tamaño perfecto y el sabor ideal, como plato fuerte pedimos un centollo di samblas este plato es realmente toda una experiencia gastronómica en sabor, tamaño y presentación, todo un espectáculo ya que es servido en el caparazón del cangrejo, también tuvimos la oportunidad de probar un filete de res al vino acompañado de unas papas salteadas, este plato se puede definir sencillamente como exquisito, el pan de la casa no solo tiene un buen sabor si no que su aroma es embriagable, de postre compartimos un tiramisú ya que es una porción bastante generosa, y cerré con una espectacular cerveza michelada a otro nivel, pero para saberlo deben ir a probar todo, la música 🎼 te hace sentir en Italia y la atención del joven Estiven fue impecable, le doy un 10/10 a todo.