Restaurante acogedor con buen ambiente para una cena en familia o de pereja. Excelente la recomendación y el servicio de Paul. Nos gustaron las croquetas de chistorra y miel, las almejas, los torreznos, la tortilla de queso de cabra y cebolla caramelizada y el arroz negro con pulpo. Y de postre El huerto de chocolate, diferente y muy rico.