Este lugar tiene la mejor barista de la zona , a no sorprenderse por el increíble latte art. Lamentablemente el resto del personal no es así de servicial y la actitud a veces no ayuda a consumir en el local. Hoy trate de cambiar algo de mi pedido aún antes de pagar y se me nego improvisando excusas poco creíbles. Termine yendome sin consumir. La semana pasada confundí la sal con el azúcar y se lo puse a mi capuchino porque por alguna extraña razón están mezclados los sobres de azúcar, sal edulcorante y pimienta en el mismo estuche en la mesa. No creo que vuelva. Hay demasiada competencia en la zona para ese trato. Me fui al lado y tome un excelente desayuno sin excusas y la atención normal esperable.