Lamentablemente, mi experiencia en este restaurante fue decepcionante. Fuimos a celebrar el cumpleaños de mi abuela, esperando un buen servicio y un ambiente agradable, pero nos encontramos con todo lo contrario. Desde el inicio, la disponibilidad del menú fue un problema: no había porciones de carne ni margaritas, y cuando pedimos sangría, solo nos trajeron una jarra porque luego nos informaron que ya no había más. Además, al acercarse la hora de cierre, se negaron a tomar más pedidos, cerraron la cocina sin previo aviso y apagaron las luces y el aire acondicionado, prácticamente echándonos del lugar. El trato del personal dejó mucho que desear. En lugar de buscar soluciones o brindar un servicio amable, fueron groseros y desatentos. Lo que debía ser una celebración especial terminó empañado por la mala atención y la falta de profesionalismo. Definitivamente, no recomiendo este restaurante.