La atención como siempre, muy buena y atenta con una sonrisa y una presentación musical para ambientar la noche. La elección de esta ocasión fue una entrada de carpaccio, Costillas St Louis y Risotto de quesos. La salsa en las costillas era como magia, y el Risotto cremoso fue un espectáculo de sabores que contrastan con trozos de cerdo acaramelado.