Fuimos un lunes a la mañana (una hora después de la hora de apertura), lleve a una amiga que estaba de paseo por Panama y ese día era su cumpleaños. La primera impresión fue decepciónante, nos recibieron como si fuésemos un estorbo, ni siquiera nos ofrecieron el menú ni los buenos días. Nos dirigimos a la azotea la cuela fue más decepción aún, todas las sillas, mesas y el área estaba muy sucia, tuve q voltear algunos cojines para poder sentarnos. En el menú había un número de WhatsApp para ordenar, pero al llegar uno de los platos (foto que público en esta reseña) estaba incompleto y se lo deje saber en el WhatsApp, enviando foto del plato y de su propio menú. Nunca nos respondieron ni nos ajustaron el precio ni nos dieron solución ni disculpas. El lugar tiene potencial, a pesar de ser caro, al final la chica que se encargó de cobrarnos fue la única amable.