Tuve una experiencia increíble en este lugar. El ambiente es muy acogedor, con una decoración encantadora y esas hermosas lámparas turcas que le dan un toque especial. La atención fue excelente, muy personalizada, con un equipo siempre atento, lleno de buena energía y alegría. La comida fue deliciosa, preparada con ingredientes caseros que realmente marcan la diferencia en el sabor. Además, los tés fueron una verdadera joya. Definitivamente, volveré para probar más platos del menú. ¡Altamente recomendado!