Nos acercamos a este bar a tomar algo después de una actividad en el Museo del Canal. La atención fue buena pero descordinada, trajeron las bebidas una a una y no al mismo tiempo. Lo que nos molestó fue que había una cantante y solo estábamos nosotros y una persona más y cantaba muy alto y muy desafinado. Las bebidas estuvieron bien: Gin tonic, Margarita y Piña Colada