Tenía mucho tiempo de no visitar Casablanca. Fui con mi esposo y unas amigas. El ambiente del Casco me encanta asi que aprovechamos la noche fresca y nos sentamos en el área de paraguas en el Plaza Simón Bolívar. Ordenamos sólo entradas y cocteles. Tocó un conjunto muy alegre. Adrían nuestro mesero fue muy amable. La comida estuvo bien, pero caro para lo que ordenamos.