Llevé a mi date y compartimos un Shoyu Ramen y unos Black Spicy wings...ambos platos nos gustaron mucho. Iré por la revancha con esos wings que me parecieron ricos...un poco salados pero ricos...el ambiente es acogedor aunque debo decir que estuvo algo incómodo por un chiquillo llorón y malcriado. Afortunamente se fueron antes que tuviera que decirles algo o involucrar al mesero. Opino que si no saben controlar a sus chiquillos mejor no salgan de casa...sean considerados...