Había ido un par de veces previas con mi familia y nuestra experiencia anterior fue buena. Esta vez el mesero se equivocó con el pedido (lo que no es el fin del mundo) pero me incomodó que me contestara que si cambiaba el pedido se lo iban a cobrar. Al final vino su supervisora para corregir lo que pasó, pero eso nos hizo pasar un mal rato.
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