La celebración del Día de la Madre se prestaba para ir a conocer el restaurante insignia del nuevo Sofitel Legend, el restaurante es muy bonito, no he ido de noche pero creo que la luz natural del día permite apreciar mejor la decoración, yo ya había visto el menú pero por ser un día especial me sorprendieron con un menú brunch, un poco más limitado pero todo lo que pedimos estaba espectacular, sabor, textura y presentación era notable en cada plato. El ceviche fue la gran sorpresa, pedimos también gnocchi, langostinos y yuca frita de acompañamiento. Cada plato estuvo bastante bueno. El servicio es atento y esmerado, propio de un lugar de esa categoría. Lugar ideal para ocasiones especiales.