Isakaya Kabuki es toda una experiencia, decorado para transportarte al mismo Japón donde su pequeño local es más una fortaleza que un inconveniente, solemos pedir varios platos, todos son pequeños ideales para dos personas a mi parecer, como lo van sirviendo conforme va saliendo, es parecido a una degustación. Cada día tienen especiales que están listados en un tablero junto a la caja, totalmente recomendados. El servicio es bueno tomando en consideración que es un espacio pequeño, angosto y poco común, la espera para una mesa tiende a ser extensa, si no eres paciente te recomiendo ir de primero apenas abren. Es normal una espera de 30 minutos por lo menos, para nosotros, la experiencia y sobretodo la comida, lo valen.