Tuve la oportunidad de disfrutar el menú de tres tiempos para dos personas y debo decir que superó mis expectativas! Cada plato, desde las entradas hasta los postres, está perfectamente ejecutado. Mi favorito fue el pollo al jardín que es una preparación exquisita, con un interior jugoso y una textura tan suave que se deshace en el paladar. Acompañado de un risotto cremoso y bien sazonado, es sin duda una explosión de sabores que recomiendo probar. El ambiente es agradable, ideal para una cena relajada o una celebración especial. Me quedé hasta después de las 10 pm cuando el lugar se transforma en una discoteca y aunque el ambiente no es particularmente sorprendente, sí resulta entretenido y se disfruta. En general, una experiencia gastronómica que vale la pena repetir.

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