Fui a cenar y llegamos a este lugar que visitaba por primera vez. La ubicación, la decoración y la vista están insuperables...al final del Causeway de Amador este lugar ofrece una experiencia muy bonita. Por otro lado nos tocó el lugar solo para nosotros y aún así el servicio estuvo regular. La comida nos quedó debiendo. No estaba mala pero esperaba mucho más...sobre todo por el precio...yo pedí unos ravioli di zucca al 4 quesos...solo sirvieron como 6 raviolis...estaba rico pero era para quedar con hambre....la acompañante pidió pasta Don Giovanni el cual quedaron algo insípidos que ni siquiera lo terminó. De entrada pedimos carpaccio de carne con focaccia clásica. Eso al menos estuvo ok y evitó que yo quedara con hambre....el postre estuvo malísimo...y carísimo....supuestamente era un crepe con manzanas deshidratadas con helado de vainilla...lo único que tenía sabor era el helado de alguna marca barata...no dañen la experiencia del sitio con una comida tan regular y tan cara....