Un Restaurante japonés de gran tradición y más de 40 años de funcionamiento en nuestro país con una decoración que recuerda una casa tradicional japonesa. Ambiente relajado, bella iluminación y música relajada que invita a una conversación tranquila al final del día. No pierde su nivel desde mi última visita muchos años atrás. La comida es perfecta, el sabor excepcional y lo más difícil mantener la calidad. Lo recomiendo.