El lugar son aquellos que por casualidad conoces y te sorprenden con sus platos, los sabores te adentran a la genialidad del chef y la atención simplemente exquisita. La entrada con su ceviche criollo y segundo tiempo con un vacio en el punto exacto para disfrutar, postre mousse de chocolate delicado y fino a la vez, una joya! Nada fuese posible sin la atención especializada de Daniel, ENHORABUENA!!!