Entramos y el piso de abajo estaba desierto, subimos la escalera y arriba era que estaban atendiendo. Salimos en familia y el lugar tiene música ambiental, aunque un poquito alta. Nos repartieron los menú y casi a los 2 minutos ya nos estaban preguntando que deseábamos. Pedimos un Teriyaki de res, un arroz yakimeshi mixto, un pomodoro crocante, takos tuk tuk y una sopa tomkhagai.