Para ser sincero no soy fanático del Casco Viejo por razones personales. Sin embargo, Santa Rita ofrece una experiencia gastronómica inolvidable! Desde el momento en que entramos, el ambiente acogedor y la decoración elegante nos hicieron sentir bienvenidos. La comida fue simplemente espectacular; cada plato estaba lleno de sabor y presentado de manera impecable. El personal fue muy atento y profesional, siempre asegurándose de que todo estuviera perfecto. Definitivamente volveremos pronto. ¡Altamente recomendado!