La comida es un ÉXITO! Los sabores equilibrados y diferenciados, se nota que no usan la misma salsa base para todo. Pedimos la bandeja Bandida y dio la talla para 4 estómagos bien responsables. La sangría dulce y fría, como debe ser. Las almejas fueron una de las estrellas de la mesa, junto con el ceviche playa y pasión. Amamos los patacones frescos, nada de precongelados. La decoración es linda, pero lamentablemente está en un segundo piso sin acceso para personas con movilidad reducida. Gabriela, nuestra mesera, nos atendió de lujo.
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