Casa Alejandro es un restaurante que destaca por su ambiente acogedor y la energía vibrante que se siente desde que entras. El personal siempre ofrece una atención cálida y profesional, lo que hace que la experiencia sea aún más agradable. En cuanto a la comida, he tenido momentos en los que los platos han sido excepcionales, con sabores perfectamente equilibrados. Sin embargo, en algunas ocasiones, ciertos platillos como las almejas y la tortilla de patatas han llegado algo salados. Aun así, en general, la calidad es consistente, y sin duda seguiría volviendo. Es el lugar ideal para desconectar después del trabajo, disfrutar de unos buenos vinos y compartir unas deliciosas tapas.

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