Leí varios comentarios advirtiendo, pero quise comprobarlo. Primero, nadie sabe como orientar a un cliente, ni como tratarlo. Pedí una pasta gluten free, el camarero se hizo un 8 explicando, luego se retiró a preguntar, cuabdo volvió me aseguró que se podía pedir como lo quería y al rato llegó otro diciéndome que si pedía A de una forma, no era A, sino B y explicado como si fuera una descerebrada. Al final, olvidaron llevarme el postre, ni lo pedí. Ahora entiendo porque ni loa turistas paran ahi. Fui en plena quincena, todo lleno y Ciao Bella vacío y tras todo sin aire acondicionado adentro. La comida no es tan wow para el precio, la atención paupérrima, no vuelvo ni con cupón de regalo.