Buscábamos un lugar que vendiera ramen, pero nos topamos con una sopa de wanton de puerco con camarones super deliciosa. Ni hablar la entrada de los hampao a la plancha se robaron el show uffff cada mordisco era un paso al cielo. El ambiente te hace sentir super especial. El servicio de calidad, la señorita nos atendió super todo salio perfecto. Volvería con los ojos cerrados.