Una experiencia muy bonita, con un choque cultural impresionante. Desde la variedad se clientela en el local, que destaca la calidad de ambiente que tienen, hasta la variedad de comidas para aquellos que no optan por un plato tan libanés. Destacar la atención, la cordialidad, el ambiente es parte de lo que hace este restaurante un lugar agradable de ir. Presentación de bailarinas realizando belly dance, cierra bastante tarde y mantiene esa comodidad independientemente de la hora a la que vayas. La comida ni hablar! Comida variada con muy buen sabor. Sus pizzas son riquísimas, al igual que la shawarma de carne que es un plato bastante completo en cuanto a calidad/precio y porción. Tiene muy buen sabor, no tengo quejas de la comida. Las entradas libanesas con humus… la verdad es que es tan variado el menú que incluso, combinando varias entradas se arma incluso un plato de entrada riquísimo y las porciones son definitivamente para compartir. Los tragos considero que mantienen precios razonables.