Los postres estaban riquisimos, el croissant estaba demasiado tostado (el cuchillo no podia ni cortarlo y al morderlo con la boca se sintio duro). La atencion al cliente de los postres es malisima. Tienen un desorden, tenia rato esperando que me atendieran y solo iban y atendian a los que acaban de llegar. Llame a una de las muchachas y les dije que si no me iban a atender que estaba esperando hace rato y me dijeron que pronto me atendian..Yo como, okay? luego me atiende al fin pero de malas ganas; ni las buenas tardes y muy tosca a la hora de hablar. Tienen que capacitar al personal para que sea mas organizado, sonrian y atiendan mejor. La verdad no vale la pena volver a ir.