Fuimos entre semana. Nos recibieron muy amablemente y la atención del camarero fue buena a lo largo de la noche (Un poco intenso, con mucha energía, pero positivo, en general). El ambiente de este sitio es agradable. La vista al mar y las luces le dan un toque íntimo y especial. Sin embargo, creo que la música estaba un poco alta para poder conversar. Finalmente, la comida. Pedimos una Picada Mar y Tierra. Deliciosa y cuantiosa. Yo creería que se adapta hasta para tres personas. En este caso fuimos dos personas y tuvimos que dejar porque nos sentimos satisfechos. La guarnición de papas es excelente; sin embargo, a pesar de ser grandes, me parece que son muy pocos patacones (3 unidades). Definitivamente, un lugar para repetir.

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